El análisis existencial y la Logoterapia nacen en la década de los años treinta como resultado de las reflexiones y aportes del médico, psiquiatra, neurólogo y filósofo Viktor Emil Frankl (1905-1997) un destacado profesional que recibió veintinueve doctorados honoríficos y escribió más de dos docenas de libros.

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Tiene como propósito el despliegue de la dimensión noológica (espiritual/existencial), buscando con ello la superación de las problemáticas que se experimentan en la dimensión psicológica, a partir de ampliar el margen de libertad personal, aumentar la responsabilidad y la apertura al mundo, al encuentro genuino con otros y la realización de lo realmente valioso, ampliando de esta manera la percepción de sentido en la vida.

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Algunos autores la definen como un modo de pensamiento y una metodología combinados en un proceso dirigido a capacitar a las personas a descubrir significado en sus vidas; otros la han definido como una psicoterapia orientada al sentido, y otros más, como una perspectiva de pensamiento con influencias humanistas-existenciales, de aproximación cognitiva (meta-cognitiva) y epistemológicamente fenomenológica-constructivista (Martinez, 2007)

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​La Logoterapia es primero un sistema antropológico basado en fundamentos científicos, psicológicos, filosóficos y antropológicos que constituyen una antropología filosófica integral cuerpo-mente-espíritu-mundo (Logo-Teoría), desde la cual se deriva un segundo sistema terapéutico de orientación humanista-existencial (Logo-terapia) de aplicación específica para los problemas noéticos (espirituales-existenciales) o de aplicación inespecífica de los problemas físicos (Médicos) o psíquicos (Psicológicos), está última se denomina logoterapia clínica. Así como un método de auto-conocimiento, prevención y acompañamiento.

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Por lo anterior, este enfoque no tiene como objetivo únicamente solucionar una situación, modificar una conducta, reducir un síntoma, o lograr sentirse mejor, ya que no siempre el bien-sentir es el resultado del bien-estar o del bien-ser.  La  antropología de la logoterapia ve a la persona como un ser en posibilidad, con un núcleo sano y  nos invita a desplegar todos los recursos para ser mejores seres humanos.

Además, la logoterapia ayuda a las personas a comprender y aceptar su propio ser y su existencia con todo lo que ello implica, sus paradojas, sus polaridades, su absurdo y sus heridas y habilita a la persona para asumir una actitud pro-activa y responsable antes su propia existencia, descubriendo sentido a la vida y en la vida, generando más plenitud, conciencia de su libertad y una vida más autentica.

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De la misma manera la Logoterapia es una “Filosofía de Vida” y “Actitud ante la Vida” (Logo-Actitud) basada en la Libertad, la responsabilidad, la voluntad, el sentido, la autorrealización y la auto-trascendencia.

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